domingo, 19 de octubre de 2008

QUEJIGOS DE COVATERRIZA




Quejigo de Covaterriza
El quejigo de Covaterriza es tan grande como el llamado del Carbón o de la Cañada del agua. Se conserva muy sano, ya que ha sufrido en el tiempo menos cortes que el otro. Cuando lo vi, se me ocurrió este canto.

El aire besaba mi frente,
y el camino era largo.
La brisa como una hado,
arrullaba mi mente
en busca de halagos.

En aquel día de ensueño.
la llanura era ancha y larga.
A la derecha, una urraca.
En el suelo setas y setas.
El cielo lo araba una graja.
Miles de sonidos sonaban,
prendidos en la gris tierra

En un mar de quejigos.
a los lejos, en lontananza
descubrí un gigante.
Tenía cabeza, y cuerpo,
unos pies de hierro,
anclados en la tierra,
y unos brazos al viento,
Tiene alma y se mueve.
El aire sus ramas corta.
No sabría si es un duende,
O es el caballo de Troya
Era fuerte y robusto,
Alto, grueso, y nervudo.

Me acerco y lo toco..
No dice ni palabra:
Solo hay silencios..
En su seno aguarda:
Proezas y aventuras,
arcanos, y sueños.
Augures y hechizos.,

Besé su duro tronco,
férreo, rugoso y rudo
y en silencio, le digo:
¡Quejigo y eterno amigo!.
Sigue firme en tu destino,
mirando a las estrellas,
y a la luna, que te besa.

Gozoso, me dijo: Así sea.