

Repito las fotografías para verlas desde perspectivas distintas. No es muy abundante en Valdepeñas. Hay muchas plantas en lo alto de los N
evazos. Se cría en los taludes, pero con las curas han desparecido. Estas fotos se pueden
contemplar al natural desde el puente de la carretera que va al Castillo, en los mismos acantilados de la izquierda. Su uso es emoliente y cicatrizante. Se usa su cocción con la zahareña para la hemorroides,
haciéndose lavados
frecuentes con la infusión. Esta misma receta la usan en otros
pueblos de una forma distinta: En aceite de oliva virgen se dejan en maceración las zahareña y las hojas y flores de gordolobo durante dos meses y con un
algadón se pasa la tintura por la herida. En Valdepeñas se usaban sus hojas secas como una yesca para
encenderla con la chispa del pedernal. Era un rito ver al fumador, hacer su pitillo a mano, y encenderlo con este artilugio. ¡Los tiempos no son los de ahora!. En la antigüedad los tallos secos del gordolobo, se untaban de sebo y con ellos se hacía antorchas, que
iluminaban las fiestas nocturnas y mágicas.